.::Queensrÿche - Queensrÿche::.
Muy esperado era este nuevo resurgir de los de Seattle tras los problemas jurídicos con Geoff Tate, que finalmente también editó este año su disco bajo el nombre de Queensrÿche (“Frequency Unknown” ) bastante flojo, todo sea dicho y que sale perdiendo claramente ante este buen lanzamiento de sus ex – compañeros.
Resulta algo bizarro tener dos formaciones distintas circulando con el mismo nombre y dos discos a la vez en el mercado ¿no?, además resultaron bastante fuertes las circunstancias por las cuales Tate abandonó el grupo en Junio de 2012, llegando a las manos, escupiendo al batería Scott Rockenfield e incluso amenazándolos con un cuchillo en una fiesta, todo un lamentable espectáculo.
Queensrÿche nos maravilló a todos con su heavy progresivo de altísima calidad, plasmado en discazos increíbles como “Rage for Order”, “Operation: Mindcrime” o “Empire”. Tras el buen “Promised Land” de 1994, el grupo perdió el norte creativo, entregando discos a cual mas flojo y poco inspirado, dejando la magia que les llevó al éxito mundial. Discos como “Q2K” del 1999, “Tribe” del 2003, “Take Cover” del 2007 y más recientemente “Dedicated To Chaos” del 2011 no se parecían ni por asomo en sonido y calidad a sus obras magnas anteriores. En este nuevo disco, se han dejado de experimentos y han compuesto canciones de heavy con algún toque progresivo, sin cosas raras, un sonido Rÿche de su buena cosecha, pero tal vez no tan redondos como en sus mejores momentos, eso si, suena como debe de sonar, se reconoce su esencia.
Tarea complicada era sustituir a uno de los mejores vocalistas del metal, Geoff Tate es una garganta privilegiada y en buena parte el éxito del como siempre ha sido por su maravillosa voz. Pues debo informaros que Todd La Torre es un reemplazo de lujo, el tío ya ha demostrado en directo que puede clavar las clásicas de la banda, de tono muy similar a Geoff y con un poderío verdaderamente impresionante, no decepcionará a los fans del grupo.
El nuevo disco es mas bien corto, lleva once temas, pero dos son breves intros de un minuto (X2 y Midnight Lullaby), asi que en realidad son nueve composiciones nuevas, todas con duración normal, no hay ningún tema especialmente largo. La producción ha corrido a cargo de un asiduo del grupo James “Jimbo” Barton, el cual produjo “Operation: Mindcrime”, “Empire” y “Promised Land”, dándole el toque necesario a los nuevos cortes.
El arranque podía haber sido mas poderoso, Where Dreams Go To Die es un buen tema, que alterna partes acústicas para ir “in crescendo” hacia un gran estribillo, las consignas de los americanos están bien patentes a lo largo y ancho del disco, dobles voces por parte de La Torre, guitarras doblándose, la batería de Rockenfield con sus patrones originales y en ocasiones marciales. Una buena canción con reminiscencias “Rage for Order” o “Empire” al igual que la siguiente Spore con mayor presencia guitarrera, pero sabor a clásico ochentero del grupo.
El mejor tema para mi es In this light donde la calidad esta patente y en el tramo final nos sorprenden con coros majestuosos y rematan muy bien la pista con una melodía bonita con las twin guitars y teclados soberbios. Solo por este corte ya merece la pena pillar el disco.
Redemption y Fallout son otras de las destacadas, con buen riffeo y un sonido consistente (cierto gustillo a Fates Warning), de nuevo La Torre demuestra su poderío y saboreamos unos punteos de nivel, confirmando aquello de quien tuvo retuvo. Claramente se nota la ausencia de un monstruo tocando y componiendo como es DeGarmo, pero la clase sigue intacta.
Acelerando la máquina y apretando el cinturón aparecen las veloces Vindication (donde Todd muestra tonos mas agudos en los coros del estribillo y Scott tiene momentos lúcidos tras los parches) y Don’t look back que pueden satisfacer al fan mas incondicional del grupo, recordando a cosas anteriores como Speak por ejemplo.La segunda la remata Todd con un alarido cojonudo y nos ametralla con un riffeo matador y estribillo ideal para los directos.
Con mayor presencia de teclados y buena atmósfera disfrutamos con el trabajado y oscuro tema A World Without que muestra otros matices vocales de este notable voceras que ha fichado la banda. Intensa canción de gran melancolía y toque épico, donde encontramos un inspirado punteo, de las mejorcitas de la tanda.
También es una bonita lenta la elegida para el cierre de “Queensrÿche”, Open Road nos deja un buen sabor de boca sonando de nuevo a “Empire” o “Promised Land” con esas melodías inconfundibles, teclados elegantes y bien orquestales y acústicas cuando toca, y es que los americanos han parido un disco mas que correcto, dejando de lado experimentos sin sentido, intentando recuperar aquella magia compositiva con la que nos dejaron “patidifuntos” y con piel de gallinácea. Está claro que no han querido arriesgar, yo personalmente echo de menos partes instrumentales mas trabajadas, como en sus buenos tiempos, progresivas y elaboradas, pero sin duda me han saciado el “mono” tras los fiascos anteriores.
Queda todavía camino por recorrer, pero el alumno “progresa adecuadamente” y le doy cuatro cuernos, 7.25 Jalfords, confiando que la formación siga en esta línea y nos de muchas alegrías en el futuro.
Formación / Line up
Todd La Torre – voz
Michael Wilton – guitarras y voces
Eddie Jackson – bajo y voces
Scott Rockenfield – batería, percusión y teclados
Parker Lungdren - guitarra
Lista de canciones
01. X2
02. Where Dreams Go To Die
03. Spore
04. In This Light
05. Redemption
06. Vindication
07. Midnight Lullaby
08. A World Without
09. Don't Look Back
10. Fallout
11. Open Road
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