Massacre fue una de esas bandas fundacionales del death metal que contribuyeron al desarrollo del mismo y, con el correr de los años, tomó el estatus de banda de culto. De la formación que grabó el disco convertido en clásico From Beyond (1991), el guitarrista Rick Rozz, el baterista Bill Andrews y el bajista Terry Butler, habían acompañado a Chuck Schuldiner en la formación de Death que grabó Leprosy (1988) y Spiritual Healing (1990), este último con excepción del guitarrista; además de que el cantante Kam Lee había formado parte de la primera formación de aquella banda a cargo de la batería. Sin embargo, poco después de la edición de su primer disco se separaron y, tras algunos intentos fallidos de reuniones (entre 1993 y 1996 con un disco que pasó desapercibido, y en 2007 llevada adelante por Kam Lee), regresaron en 2011 con una formación sólida que presenta a Rick Rozz y Terry Butler como miembros originales y las nuevas incorporaciones de Mike Mazzonetto en batería y Edwin Webb en voz. Luego de la grabación de un EP con dos canciones nuevas, se embarcaron en esta gira mundial que los trajo por primera vez a Argentina. La cita fue concertada para el 10 de Abril de 2013 en el Asbury en Flores y contó con la participación de las bandas nacionales Pogrom, Malicia, C.R.U.C.I.F.I.X.S. y Rigor Mortis.
Las puertas abrieron veinte minutos pasadas las 19, horario estipulado para el inicio del show, y entonces con alrededor de 30 personas presentes salieron a escena los salteños Pogrom, banda legendaria de la década del 90 que, luego de más de diez años de silencio, se reunieron en 2009 con Darío Ordoñez en Guitarra, Fernando Navas en Bajo y voz y Franco Espinoza en batería, siendo el guitarrista el único miembro sobreviviente de la formación que grabó Trotz Periode (1997).
En esta ocasión el trío nos presentó ocho canciones de un furioso death metal a lo largo de casi media hora de show, con un repertorio compuesto mayormente por canciones de su flamante nueva placa Dominor Pactum (2013) como “Mommon”, “Belphegor” y “Satana”, tema que fue adelanto del álbum y del cual filmaron un videoclip con imágenes en vivo de la banda. A la hora de despedirse lo hicieron con un viejo tema llamado “Miserere Colicus”, perteneciente a Coprófago, demo grabado en el año ’93, para el cuál invitaron a Elio Perrota, cantante del grupo por aquel entonces. Pogrom es un buen ejemplo del gran nivel de bandas del interior del país que no son muy reconocidas en Buenos Aires, es una lástima que la mayoría de la gente no ingresa temprano a ver a todos los grupos ya que en este caso probablemente no los tengamos en estas tierras por un tiempo.
A continuación fue el turno de Malicia, una de las bandas más importantes de la escena thrashera local que con ya seis discos en su haber gozan de una gran actualidad, por lo que me resultó un poco llamativa su ubicación en la grilla. A las 20:10 subieron al escenario para realizar un set de 37 minutos, el más largo de las bandas locales que se presentaron. La reacción del poco público presente fue mayoritariamente de respeto, sin esa euforia que se desata en sus shows propios. Probablemente esto tenga algo que ver con que eran la única banda thrash de la noche, aunque para la ocasión eligieron despacharse con sus canciones más veloces y de corta duración como “Toma conciencia” del disco Conciencia (2008) que funcionó como apertura a mil revoluciones, “Rompe el viento” y “Misántropo” de su ampliamente aclamado último álbum El fin de las religiones (2012) y “Agresivo” y “Suburbios” deAgresivo (2004). Entre medio también hubo lugar para la ejecución de “Espíritus” perteneciente a Conciencia (2008), un tema con mayores cambios de ritmo y secciones que supera los siete minutos de duración. No hay canción en la que no se destaque la labor conjunta de las guitarras de Maximiliano Escobar y Lucas Bravo, de gran complejidad y tecnicismo, sumado a un gran despliegue escénico. La banda se completa con Pablo Maldonado en el bajo y Cristian Romero (Morthifera) en la batería como reemplazante de Alejandro Ulrich que se alejó de la banda alrededor de dos meses atrás. Para rematar su actuación interpretaron una versión muy fiel de “Symbolic” de Death que logró que se acercasen interesados algunas de las personas que se encontraban al fondo del recinto, en el que habría alrededor de cien personas cuando Malicia dejaba el escenario.
Quince minutos más tarde le llegó la hora a C.R.U.C.I.F.I.X.S., una banda que desde el primer momento impacta desde lo visual con sus corpse paint y sus muñequeras con tachas y pinches, y le aportaron el toque black a la noche (al punto que parecía verse a Abbath tras los parches dada la similitud entre el maquillaje del baterista con el característico del músico noruego). La agrupación, conformada por Hells Purson y Baal en Guitarras, Erebus Darkness en batería, Tarontte en bajo y Tata Deus en las voces, ejecutó un set de media hora de duración en la que mostraron su material más reciente a editarse a lo largo del 2013, como es el caso de “Eternal darkness” o “Nemesías”, tema encargado de cerrar su show. Dado que ya habían pasado las 21:30 horas, era visible la intención de apurar las cosas (casi todo el último tema transcurrió con el encargado de cerrar el telón arriba del escenario, preparado para hacerlo apenas termine de sonar el último acorde) y me pareció que tuvieron que recortar la lista ya que la exhibida en el escenario mostraba una mayor cantidad de canciones.
El próximo y último show local estuvo a cargo de Rigor Mortis (personalmente lo esperaba con muchas ganas dados los excelentes comentarios que me hicieron) que se prepararon para salir a escena en tiempo record ya que tan solo pasaron siete minutos entre bandas. Probablemente por un tema de tiempo, fue un show más corto que el de las bandas que los precedieron, contabilizando seis canciones en casi veinticinco minutos de show. Para esta altura, el Asbury ya estaba bastante colmado y la mayoría de los presentes se acercaron al escenario atraídos por el sonido demoledor que provenía de los instrumentos de Leonel Grismado (bajo y voz), Diego Cortese (guitarra) y Mario (batería). Pasaron uno tras otro sin respiro viejas canciones como “Negación” (dedicado al papa), “Predicadores de mierda”, pertenecientes ambas a su primer larga duración Bienvenidos a la ceremonia (2008) y “Caníbal Holocausto” registrado en su demo del 2008 Violador/Caníbal, y además presentaron un tema nuevo que formará lugar de su segundo álbum. Manteniendo el mismo nivel de intensidad que obligaba a moverse incluso a los espectadores que no conocieran los temas, se despidieron con “Necrofagia”, tema que da cierre a su primer álbum, y fue testigo del primer pogo de la noche. Los ánimos ya estaban por el techo y de esta forma quedó todo preparado a la espera de Massacre.
Finalmente, apenas pasadas las 22:30 llegó el turno al plato fuerte de la noche: Massacre. En algún momento dudé de la convocatoria pero finalmente el local se encontró lleno en su totalidad (exceptuando el fondo donde estaban los puestos de discos y remeras), con un estimativo de 300 personas, impacientes por ver a una banda que muchos jamás se habrían imaginado que los tendríamos en nuestro país. Tras una breve intro, salieron a escena los oriundos de Florida y se despacharon con “Dawn of eternity”, tema que abre su clásico álbum From Beyond (1991), seguido de “Biohazard” y “Defeat remains” de la misma placa. El sonido era realmente muy bueno, sin un volumen excesivo como a menudo sucede, lo cual en conjunto con la prolijidad de los músicos, tuvo como consecuencia un sonido muy claro en el que se distinguían todos los instrumentos. El cantante Ed Webb cumplió una gran labor, su violenta voz al frente junto a su imponente presencia lo confirman como un reemplazante ideal para Kam Lee. También hay que destacar la labor de Rick Rozz, una máquina de hacer violentos riffs. Luego llegó el momento de presentar un tema recién sacado del horno, “As we wait to die”, que formará parte del futuro disco que están grabando, y tuvo un gran recibimiento por el público, que agitaba, pogueaba y cabeceaba en cada canción, particularmente en los dos clásicos que continuaron: “Chamber of the ages” (con la intro coreada por la gente) y “From beyond”, ambas del disco que lleva el nombre de esta última.
En 2012 grabaron un EP llamadoCondemned to the shadows con dos temas nuevos que demuestran la calidad del nuevo material, y en vivo no hicieron más que confirmarlo con “Succumb to rapture” y “Back from beyond”, que marcó el fin de la primera parte del show, no sin antes interpretar Succubus de su álbum From Beyond (1991) dedicado a todas las “señoritas” presentes. Unos pocos minutos después regresaron al escenario (¡con Rick Rozz vistiendo una máscara de Scream!) para interpretar los bises, “Corpsegrinder”, cover de Death editado originalmente en uno de sus primeros demos y posteriormente grabado por Massacre en From Beyond (1991), y el tema que dio cierre a la noche “Mutilation”, también de Death perteneciente a “Scream bloody gore” (1987), desatando una vez más la violencia del público condensada en el pogo y en el grito de ¡Mutilation! a cargo del público durante el estribillo. Así, tras casi una hora de show se terminaba la primera visita de Massacre en tierras argentinas. Fue un show algo breve pero muy contundente, sin puntos bajos, gran sonido y muy buen recibimiento, por lo que la satisfacción fue general. Quedó demostrado que tienen un buen número de seguidores en estas latitudes, por lo que veo muy probable que regresen cuando sea el turno de salir de gira para presentar su próximo álbum.
Cobertura: Sebastian de la Sierra
Fotografías: Pablo Gándara
Fuente: http://www.metal-argento.com.ar/